Continuando con las denuncias publicadas en el Tendedero del Acoso, respaldado por la Asamblea Feminista de Baja California Sur, una mujer expuso haber sido víctima de acoso y abuso sexual en un hospital reconvertido para pacientes de Covid-19 de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Contó que el primer teniente con el que trabajó le hacía comentarios incomodos: “qué bien se le ve el pantalón, tiene buena nalga, anda de malas de seguro no le dieron anoche” y la amagaba insinuando que podía quedarse sin empleo.
“Pero siempre que decía algo terminaba con un: está dura la cosa, no hay trabajo, imagínense si no la hubiera contratado, tiene una niña y no hay quien le ayude”, escribió la víctima.
Este tipo de delitos parece ser recurrente, puesto que otro teniente también quiso tocarla sin su consentimiento.
Posteriormente, la convirtieron en asistente del primer teniente. Cada que podía la acariciaba o le hacía comentarios sexuales.
“Me llamaba a lugares donde estábamos solos, supuestamente para estar relajado y checar pendientes y me quería tocar las boobies y si no me dejaba, me decía que me iba a correr o me hacía imposible el día”, expresó.
No sólo fue una víctima, “a todas mis compañeras les hacía lo mismo”, relata. Un día, una de las trabajadoras no soportó más y denunció el caso con la máxima autoridad de la Sedena, sin embargo, sólo “les dio atole con el dedo”.
“Nos dijo que hiciéramos nuestra relatoría y prometió ayudarnos, dijo que lo castigaría. Pero no, las castigadas terminamos siendo nosotras pues no nos quisieron renovar el contrato. Al tipo no le hicieron más que un arresto de 7 días y ya”, finalizó.