Lo que escribo hoy debe ser leído por todos aquellos que desean y les interesa una mejor sociedad. Un mejor México, léanlo hasta el final.
En los últimos ocho años, las distintas administraciones municipales, en promedio han tenido presupuestos anuales de más de 2 mil millones de pesos, es decir 16 mil millones de pesos. Esto sin contar los recursos aplicados en Los Cabos por parte del Gobierno del Estado y la Federación.
Cada uno de dichos gobiernos municipales, estatales o federales sin importar color partidista se han pronunciado por la niñez como “el presente y el futuro” de Los Cabos, de Baja California Sur y de México.
Pero ninguno de esos gobernantes, con sus miles de millones de pesos en estos ocho años han logrado lo que una mujer, estudiante normalista, migrante del centro del país, madre soltera trabajadora y habitante de una de las zonas con mayor índice de marginación de Los Cabos ha logrado para cambiar la vida de al menos 500 niños en condiciones de extrema pobreza.
Celia Roldán Ibarra, es la fundadora y coordinadora de un esfuerzo ciudadano de los que menos tienen, llamado “Todo por la niñez”, un centro comunitario, reconocido hoy como escuela de la Conafe, donde se atienden a 128 niñas y niños en situación de alta vulnerabilidad, desde la atención a primeras infancias, es decir desde el embarazo, a los dos años; y nivel básico educativo; preescolar, primaria y secundaria.
Sin apoyo de ningún nivel de gobierno, a los menores de lunes a viernes se les dota de las dos comidas más importantes del día para su sano crecimiento, el desayuno y la comida que se preparan en estufas de leña en el mismo centro comunitario.
En muchos de los casos, el único alimento que reciben en el día; cocinado por mujeres que apenas hace menos de dos meses comenzaron a percibir un salario de poco más de mil pesos quincenales, pero que eran voluntarias.
Se trata de niñas y niños, que no cuentan con la oportunidad de acudir a otras instituciones educativas, ni siquiera las públicas, que además en la zona, se encuentran saturadas.
“Todo por la niñez”, les da la oportunidad de educación y desarrollo personal, a quienes no se los procura su gobierno. Niños que hoy han podido continuar sus estudios incluso universitarios.
El centro comunitario/ escuela, tiene por paredes laminas de cartón, hojas de madera y materiales que se recolectaron por los vecinos; de techo una lona donada.
Sin embargo, en la escuelita no priva la tristeza, la mirada la llenan la limpieza, los colores, el orden y sobre todo, la sonrisa de las niñas y los niños.
El poco, pero muy valioso apoyo que reciben, viene de los mismos vecinos y de fundaciones de la iniciativa privada, que no pueden siquiera dar un mayor apoyo, por que además, “Todo por la niñez” se encuentra “atrapado” en el conflicto de “Los Zalates”.
Ese presunto fraude a más de 5 mil familias de escasos recursos en Cabo San Lucas, donde no se les vende la propiedad de un terreno, ni siquiera la posesión legal del mismo, si no una “gestión de reubicación” (lo que sea que eso signifique); ante la complacencia de autoridades de la última década de todos los colores partidistas.
Para poder generar mayor apoyo, las fundaciones de la iniciativa privada por ley, requieren que la institución a la que donan, cuente con certeza jurídica patrimonial, pero “Todo por la niñez” se encuentra en una zona de invasión al Ejido Cabo San Lucas.
En una visita ayer de un grupo de empresarios de éxito de Los Cabos, escucharon de Celia cosas y casos de los que revuelven las entrañas cuando se está ante la realidad de miles.
“Aquí llegan niños que de no tener este espacio pasarían todo el día encerrados en sus casas de cartón, sin luz, sin agua, sin alimento”.
“Atendemos niñas de 11, 12 años que nos llegan embarazadas”.
“Son niños cuyos padres en muchos casos sufren adicciones alcohol u otras drogas”.
“Muchos hijos de jóvenes madres solteras que son abandonadas”.
“Una niña de 6 años murió de hepatitis, aunque no se contagió aquí, tuvimos que poner en cuarentena la escuela, por que en la zona se dio un brote por la falta de agua”.
Con cada comentario, cejas levantadas o fruncidas entre los empresarios, ante la realidad que sacude.
Y finaliza Celia con un acicate a las consciencias:
“Lleve a los niños a la Delegación para que conociera qué es el gobierno, y los niños cuestionaron al delegado sobre su condición de desigualdad…”
“Le cuestionaron que para cuidarse de enfermedades como la hepatitis deben lavarse las manos… pero en su casa no tienen agua”.
Una reflexión para todos.
Así, “Todo por la niñez” es un ejemplo de voluntad ciudadana, donde se estrella el discurso político por los que menos tienen.
Las familias que se ven beneficiadas por este esfuerzo social, en sus casas de cartón no “vivieron mejor” con Calderón, ni se “movieron con México”, con Peña Nieto, ni se “trasformo” su realidad, o como pobres, “fueron primero” con Andrés Manuel”.
No les llegó el “cambio” de Arturo de la Rosa, ni se “hizo historia” con Armida, y tampoco llegó el “sentido humano” de Leggs. No tuvieron un “mejor futuro” con Carlos Mendoza y aun no “se les une a Baja California Sur”.
Como periodista y como población informada en muchas ocasiones nos perdemos en la narrativa impuesta por una clase política que no representa a nadie, más que a sus intereses.
Nos perdemos en el discurso de los que tienen todo y dejamos de ver y escuchar a quienes no tienen nada.
Celia será reconocida como “Forjadora del Año” del Grupo Madrugadores Cabo San Lucas.
