VENEZUELA: LA ESPERANZA QUE SE PIERDE… TRAICIONADA

El pasado 10 de enero, se consolidó la dictadura venezolana.

Esa que ha expulsado por persecución política y hambre a más de 7 millones de sus ciudadanos fuera de sus fronteras.

No un gobierno progresista de izquierda como lo quiso calificar el 17 de diciembre la presidenta de México, Claudia Sheinbaum.

Una dictadura en toda la extensión de la palabra.

Sin una sola boleta electoral exhibida, el dictador Nicolas Maduro se autoproclamó ganador de la elección del 28 de julio de 2024 y el pasado viernes tomó protesta como Presidente de Venezuela por el periodo 2025-2031, con lo que acumulará 18 años en el poder.

Horas antes:

-La dictadura mandó a detener o secuestrar al yerno del candidato opositor, Edmundo González Urrutia, que demostró mediante boletas electorales su triunfo en la elección con el 70% de las preferencias.

-La dictadura interceptó a balazos y retuvo por unas horas a la principal figura de la oposición, María Corina Machado, quien había encabezado una concentración pacífica de miles.

-La dictadura cerró todas las fronteras terrestres, marinas y aéreas de Venezuela para evitar el arribó al país de Edmundo González Urrutia, reconocido por la mayoría de la comunidad internacional como presidente electo.

-La dictadura amenazó con derribar mediante misiles cualquier aeronave en la que viajara Edmundo González Urrutia.

El día de la toma de protesta, el dictador sólo fue acompañado por sus iguales dictadores de América, Miguel Díaz Canel de Cuba y Daniel Ortega de Venezuela.

México fue de los pocos países que reconocieron a través de la presencia del embajador de México en Venezuela, el nuevo periodo de la dictadura de Maduro.

Ningún otro de los países progresistas de izquierda que mencionó el 17 de diciembre Claudia Sheinbaum.

En este espacio de opinión, en diversas entregas cuyos links adjuntaré al final de este texto, he descrito alarmantes similitudes entre los inicios de la dictadura venezolana desde Hugo Chávez y el gobierno de la llamada 4ta Transformación, siempre haciendo hincapié que dicha dictadura no se dio en un año, si no un proceso de más de dos décadas.
Pero los elementos empiezan a mostrarse:

-Control de los poderes del estado por un solo grupo político.

-Control de los órganos electorales.

-Represión (aún no persecución) de opositores políticos y periodistas críticos.
-Militarización de la seguridad pública.
-Opacidad en el ejercicio de los recursos públicos.

Desde hace unos meses he tenido la oportunidad de un diálogo con una persona perseguida, en su momento detenida y sobreviviente de la dictadura venezolana.

En los diálogos, sobre el proceso de transformación de Venezuela de una democracia imperfecta a una dictadura, en ocasiones durante la narrativa, se podría cambiar el nombre de Hugo Chávez o Nicolás Maduro por el de Andrés Manuel López Obrador o Claudia Sheiunbaum y parece que se habla de lo mismo.

Asusta que la historia consultada en libros y diarios arroje similitudes entre el proceso de transformación de Venezuela a una dictadura y el proceso de transformación que impulsa el nuevo régimen en México.

Aterra escucharlo de viva voz de alguien quien ya lo vivió.

El 28 de julio de 2024 millones de venezolanos se volcaron a las casillas para tratar por la vía pacífica del voto, derrocar una dictadura que inició con el voto masivo de millones de venezolanos el 2 de febrero de 1999 por la esperanza de un mejor venezuela.

El 2 de junio de 2024, según los resultados oficiales millones de mexicanos se volcaron a las urnas para refrendar la continuidad de un régimen que en las formas y en el fondo es muy similar a la dictadura venezolana, por la esperanza de México mejor.

En mis reflexiones de fin de año, el 31 de diciembre escribí en mis redes sociales:

“Termina el 2024, un año donde se ha dibujado el futuro que se quiere para el país. El que heredaremos a nuestros hijos. Donde apenas entraremos al túnel y es muy pronto para ver la luz al final. Un túnel que unos no ven; otros no quieren ver; otros creen que es la propia luz y los peores, los perversos, los que sabiendo hacia donde se va, se benefician de ello y lo alientan”.

En Venezuela la esperanza se pierde.

La esperanza de un mejor país, traicionada y convertida en dictadura.

https://hoybcs.com/comer-de-la-basura-parte-1/
https://hoybcs.com/comer-de-la-basura-parte-2-de-3/
https://hoybcs.com/comer-de-la-basura-parte-3-de-3/

Ángel Mora Rojo
Ángel Mora Rojo
Reportero, periodista de investigación, analista y asesor en estrategias de comunicación. Creo en la comunicación como medio para prevenir y resolver cualquier conflicto y en el periodismo y la información como la más poderosa herramienta para conformar una sociedad moderna, incluyente y democrática y sobre todo contra cualquier tipo de abuso de poder público o privado. NO SE MATA LA VERDAD MATANDO PERIODISTAS.

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