El autor es licenciado en ciencias políticas, ex regidor y ex dirigente del PRI en Baja California Sur.
“ La estabilidad, la paz interna, el crecimiento económico y la movilidad social son bienes que serían inimaginables sin el PRI “ Luis Donaldo Colosio.
En un aniversario más del PRI, es imperativo su fortalecimiento, modernizarlo y democratizarlo, con su inamovible propósito de democracia y justicia social.
La realidad del PRI en su aniversario es ser oposición política, y así debe actuar, seguir mal entendiendo su inercia de partido en el gobierno lo llevará al desdibujamiento como oposición política, debe ser un verdadero contrapeso del actual gobierno federal, de los gobiernos estatales, sus congresos y alcaldías.
Se necesita un PRI que reconozca y respete las definiciones regionales y genere acuerdos para la postulación de candidatos que respondan a lo local y no de quienes nacionalmente imponen sus decisiones aunque se pierdan las elecciones.
Se deben lograr decisiones incluyentes, que se mire a los estados, municipios y comunidades, es urgente construir una elaborada y avanzada agenda de género, como imperativo un ambicioso programa de formación de cuadros.
El PRI tiene a la gente más calificada y preparada para gobernar y para ejercer la crítica y el acercamiento con los mejores ciudadanos reconocidos y respetados para integrarlos en espacios de participación política con dignidad sin pretender utilizarlos o engañarlos.
El partido tiene que estar abierto a la autocrítica, solo así se podrán discutir sus problemas, tiene que ser observante de sus principios y crítico de los gobiernos de sus adversarios y de los que emanan del propio partido y se alejan de sus principios, necesita fortalecer su capacidad de encuentro, de comunicación, organización y estrategias.
Basta de ser complacientes y mudos, los dirigentes deben dar la cara y plantear posición ante quien se deba, y en su participación generar la percepcióny resultados que la militancia espera de su partido.
El PRI está urgido de exhibir unidad, la que se construye con respeto, con acuerdos, con consensos, la que no se impone, la que privilegia a la militancia.
El PRI debe provocar un reencuentro interno para establecer un diálogo franco y con libertad con militantes y simpatizantes para retomar principios y construir proyectos incluyentes.
Debe revisar la integración de los Consejos Políticos buscando que no sean excluyentes y que estén al servicio de las dirigencias con mayorías incondicionales que legitiman decisiones tomadas de antemano, ya que de ser así seguirán abandonando al partido los militantes que aspiran al reconocimiento de sus méritos y a contiendas internas en igualdad de circunstancias.
Debe transparentar el manejo de los recursos económicos y en ello desterrar opacidad para evitar sospechas de su manejo.
Quienes ocupen cargos de dirigencias deben exhibir representatividad y legitimidad para ser garantes de la imparcialidad y el respeto, anteponiendo siempre los intereses del partido como proyecto ciudadano.
El 93 aniversario de la fundación del PRI brinda la oportunidad de la reflexión, no de la nostalgia histórica del partido hegemónico, de los grandes logros, de las aportaciones al desarrollo del país, a las libertades y a la democracia, a la estabilidad y gobernabilidad, no, la reflexión implica lo que se debe accionar para cambiar, para refundarse, para seguir siendo el mejor partido de México y reencauzarlo en un régimen de derecho constitucional y democrático.
Debe ser el partido que recupere la confianza ciudadana, el partido que reivindique el estado de derecho, la constitución y la legalidad, garante del federalismo y de las demandas sociales de México, salud, educación, derecho al trabajo, vivienda, medio ambiente, combate a la corrupción, acceso a la justicia, a la libertad y a la igualdad plena.
Todo esto y más exige la realidad política de México y el partido debe estar presente en su consolidación.
Ánimo !!!