Esta tarde, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, firmó un convenio con directivos de la empresa Mitsubishi para “nacionalizar” la Exportadora de Sal (ESSA).
La titular de la Secretaría de Economía, Raquel Buenrostro Sánchez, explicó que, después de 70 años, se nacionalizó a la empresa para el proyecto de transformación del Gobierno Federal.
Hasta el día de hoy, la Exportadora de Sal era una compañía con participación estatal mayoritaria con el 51% del Gobierno Federal y el 49% de la empresa Mitsubishi.
Para tener el 100% de la entidad paraestatal, la administración de López Obrador invirtió mil 500 millones de pesos: 25% del Servicio Geológico Mexicano y el 75% del Fideicomiso de Fomento Minero, según detalló la secretaria.
“Dada la importancia de ESSA en la industria salinera nacional e internacional y con el objeto de consolidar una política social enfocada en el desarrollo económico y sostenible, el empleo justo y debidamente remunerado, así como una mejor distribución del ingreso y la riqueza, se tomó la decisión de adquirir el 100% de sus acciones”, declaró Raquel Buenrostro.
Recordó que Guerrero Negro cuenta con la salinera más grande del mundo, con una producción superior a 8 millones de toneladas anuales y una alta calidad, que es capaz de abastecer a la industria de Asia en el Pacífico y a la costa este de América del Norte.
Además, la empresa mulegina tiene la capacidad para recibir y cargar barcos de hasta 180 mil toneladas.
La funcionaria federal expuso que ESSA representa el 84% de la producción de sal en México, orientada principalmente a la exportación.
“Nuestro país se encuentra en el séptimo lugar a nivel mundial con la producción de sal de 8.7 toneladas métricas y, junto con Chile, somos los principales productores de América Latina”, explicó.