Luego de que en pasada sesión de Cabildo se informara que el Ayuntamiento de Los Cabos había perdido un juicio contra el desarrollador Palmilla que les permitirá instalar una caseta de acceso, lo que llevó a descalificaciones por “ineptitud” contra el ex síndico municipal, Alejandro Fernández, en una carta dirigida al Presidente Municipal y hecha pública en sus redes sociales, el ex funcionario explica que la responsabilidad de haberse perdido dicho juicio recae en la anterior Comisión de Desarrollo Urbano que encabezaba la ex regidora Tabita Rodríguez, por presentar y aprobar un dictamen viciado de origen al no dar garantía de audiencia al desarrollador.
En la misiva pública dirigida al presidente municipal Oscar Leggs, el ex síndico expresó que durante el XIII Ayuntamiento de Los Cabos, expuso que algunos regidores presentaban Acuerdos o dictámenes con leyes abrogadas, en otros casos manifesté que eran demasiado favorables o benévolos hacia los desarrolladores, en otros que eran dictámenes mediáticos, en otros que eran plagios y en algunos otros que violaban los derechos y las garantías de los Gobernados, siempre con pruebas y absoluto conocimiento de los temas, “lo cual no gustó y por ello fui difamado, calumniado y hasta demandado”.
En el caso del juicio en particular contra Palmilla, el ex procurador de los bienes del municipio, expresó que un Juez Federal encontró violación de los derechos del desarrollador en el dictamen del que nace el acuerdo a revocar, dictamen elaborado y presentado por la Comisión Edilicia de Planeación y Desarrollo Urbano, cuya Presidenta era la regidora, Tabita Rodríguez.
De acuerdo a dicho dictamen, Alejandro Fernández asevera que el dictamen se presentó en el Cabildo, sin haber otorgado la garantía de audiencia al desarrollador, que marca la Ley y aduce que él mismo lo señaló en diversas ocasiones, lo cual llevó a una diferencia de posturas en la mesa de Cabildo con miras a un rotundo fracaso judicial.
Y concluye:
“en este caso se trató de un Dictamen que no cumplía con los requisitos esenciales que establece la propia Ley, viciado en su totalidad de origen y del que poco o nada se podía defender”.