Por invitación de Aliadxs de Los Cabos y la coordinación de Derechos Humanos, la activista por los derechos de las mujeres Trans, fundadora y presidenta de la Asociación Civil “Casa de las Muñecas Tiresias”, Kenya Cuevas, impartió un taller sobre la comunidad LGBTTTIQ+ y compartió su trágica historia de vida que la ha posicionado como un referente de activismo por los derechos humanos en México.
El camino que ha recorrido a lo largo de su vida, le ha permitido construir toda una metodología para apoyar a las mujeres trans con su reintegración social, económica y una profesionalización académica, luego de haber pasado por situaciones de vulnerabilidad como, crímenes de odio, trabajo sexual, consumo de drogas, privación de la libertad, padecimiento de VIH, y vida en la calle.
Kenya se vió obligada de abandonar su casa desde temprana edad por la violencia que sufría, a los 9 años empezó a ejercer el trabajo sexual en uno de los principales puntos de la Ciudad de México, por la convivencia con los clientes empezó a consumir drogas y a los 13 años quedó en la calle por no tener la solvencia economica para pagar una renta, a esa edad tambien se enteró que es portadora de VIH y decide callarlo para no perder su trabajo.
El consumo de drogas la llevó a encontrarse en el momento y lugar equivocado, ya que fue detenida y condenada a 24 años de prisión por el delito de venta y posesión de cocaína; mientras se encontraba privada de su libertad ayudó a mujeres trans con VIH que morían en la cárcel, empezó a interponer recursos y logró tres rebajas de sentencia hasta que a los 10 años la absolvieron del delito.
En septiembre del 2016, Kenya fue testigo del asesinato de su amiga Paola Buenrostro y desde ese momento inició la lucha por la justicia luego de que las autoridades liberarán al culpable. Se manifestó con el cuerpo en el ataúd de la mujer trans bloqueando las calles y desde ese momento se dedicó a recuperar y dar sepultura a los cuerpos de mujeres trans, en 7 años lleva 60 cuerpos rescatados.
Años después, en el 2019, Kenya logró que el asesinato de Paola fuera el primer caso reconocido como transfeminicidio por la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México; ese mismo año fundó el primer albergue para mujeres trans en México, que en abril de este 2023 sumarán 4 en todo el país.
“Con el tiempo me di cuenta que como víctima en este país no somos escuchadas, ni reconocidas, ni acompañadas, ya no quería luchar sola, era contra corriente así que decidí abrir una organización civil que le diera esas respuestas a las mujeres trans que ninguna institución les daba”, expresó.
La búsqueda de la justicia le ha costado muchas amenazas de muerte e intento de asesinatos, dos años después de la muerte de Paola recibió tres disparos con arma de fuego, se le envió una corona de flores con su nombre a su casa y después de regresar de un viaje encontró a una amiga de ella degollada en su habitación, por lo que tuvo que ser incluida en los mecanismos de protección para defensores y aunque le costó, lleva años protegida las 24 horas del día.
Para la activista la lucha por la defensa de los derechos humanos comenzó desde la ignorancia porque no sabía leer ni escribir, pero sí conocía sus derechos y así es como se defendía. Hoy en día está por entrar a la preparatoria y quiere estudiar Derecho, aunque señala que no le hace falta porque ya ha litigado varios casos.
A través de su organización Kenya busca darle respuesta a las necesidades de las personas trans que sistemáticamente han sido violentadas en sus derechos humanos, comenzando por no reconocerles su identidad de género.