Ranchos sudcalifornianos, una oportunidad al turismo rural y preservación de las tradiciones

En el primer Encuentro Cultural Sudcaliforniano el maestro Fermín Reygadas Dahl compartió a través de una ponencia el origen del “Rancho Sudcaliforniano” como una fuente de valor cultural y una oportunidad de turismo rural.

El maestro de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) ha dado clases de turismo rural a cientos de estudiantes durante 30 años, experiencia que le ha permitido darse cuenta de lo alejados que se encuentran los sudcalifornianos de sus raíces y del mundo rural, al punto de perder “los pies de la tierra”.

En Baja California Sur hay una población de 512 mil habitantes, el 85 por ciento es urbana y el 15 por ciento rural. Hay un total de 76 mil 800 habitantes rurales, el 75 por ciento de esa población se encuentra en La Paz y Los Cabos.

En su ponencia Reygadas explicó que el Estado tiene una oportunidad única en el mundo; contrario a otros países donde exponen la vida de las comunidades rurales en los museos, en Baja California Sur las zonas rurales y sus habitantes predominan y son ricas culturalmente, lo que también es una coyuntura para el turismo rural.

“Para que sea realmente turismo real tiene que ser llevado por la comunidad y que se refleje económicamente un bien para la comunidad. No es enseñar a la gente rural hacer algo, es de lo que ya saben, de su vida en los ranchos, ellos traen las tradiciones consigo y el turista quiere participar en ello”, comentó.

Destacó que el uso y tradiciones de la flora regional, los productos elaborados por los mismos habitantes como queso, chicharrón y embutidos; la pesca y el buceo ribereño, las cabalgatas, pinturas rupestres, artesanías como cuchillos, las misiones, los ranchos y el mismo paisaje son parte importante de la riqueza cultural.

Aunado a ello, se suman actividades que no muchos conocen como la elaboración de vino en San Miguel de Comondú que se aprendió con los misioneros, se sigue realizando, y se permite que los turistas se involucren en el proceso de creación.

Además, se elaboran mezcales tatemados en Loreto, aceite de oliva en San Javier, secado de dátil en San Isidro, dulces regionales mángate y curtido de pieles en San Dionisio y actividades como creación de adobe y ladrillo en San Pedro, cerámica en San Vicente y muebles en Miraflores. Todas estas actividades enriquecen el turismo rural del Estado.

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Grace Gámez
Grace Gámez
Lic. en Comunicación y Publicidad, egresada de la Universidad de Tijuana. Contadora de hechos, choyera, curiosa, preguntona y alegre. Apasionada de las luchas sociales, las buenas pláticas y los gatitos. Para mí, el periodismo es la herramienta de la sociedad que debe ejercerse con responsabilidad y credibilidad.

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