“La carga hace andar al burro”, así define don Rubén Ramírez Gómez de 74 años el conseguir un empleo luego de que hace 30 años sufriera un accidente que en el que perdió ambas piernas y le cambió la vida por completo.
El morelense narró para HOY BCS que, mientras viaja en un tren carguero para Mexicali durante la noche, al frenar el tren, cayó a las vías y en cuestión de segundos ya tenía cortadas ambas piernas.
“No me podía mover, y no sabía dónde estaba, me sentía mareado y en eso volteo y ya no tenía patas; estaba solo, en medio de un cerro en la noche, y pensé que me iba a morir, tiempo después vi un tren que se acercaba, comencé a gritar y unos trabajadores me ayudaron”, dijo.
Don Rubén comentó que, siempre estuvo consiente de todo lo que pasaba y que se estaba desangrando, por lo que considera que fue un milagro que viviera, “cuando llegué al hospital solo le dije al cirujano que me cortara las piernas parejas, no quería tener una más grande”, agregó.
Hace apenas 5 años, el abuelito llegó a Cabo San Lucas con la esperanza de encontrar una oportunidad de empleo, como muchas de las personas que vienen persiguiendo el “sueño cabeño”. Después de su accidente fue zapatero y actualmente se dedica a vender artesanías en La Marina.
Con una gran sonrisa y con sus nietos acompañándolo, recorre la dársena durante 8 horas, con la ayuda de un carrito especial que su hermano le diseñó para que pudiera trasladarse ya que las sillas de ruedas le quedan muy altas y se tiene que arrastrar.
Su carrito tiene llantas rellenas para que no se le ponchen, pero están pesadas, menciona que muy seguido se acalambra por estar tantas horas sobre él, además de que se apoya con un palo de madera.
Sin duda se roba las miradas y admiración de quien lo vea pues a su edad sigue “echándole ganas” para llevar el sustento a su casa.
