Los Cabos, Baja California Sur – Durante una reciente sesión del grupo Madrugadores en Cabo San Lucas, la doctora Collete Perpulli y la consultora ambiental, Ana Patricia Ortiz destacaron los graves desafíos relacionados con el cuidado del agua en Los Cabos, una región que enfrenta un estrés hídrico sin precedentes en México, señalando que Baja California Sur es el estado de mayor estrés hídrico del país, en tanto que por su parte, Los Cabos es el tercer municipio a nivel nacional.
En su intervención, la doctora Collete Perpulli señaló que con una población de 202 mil habitantes en 2020 y una afluencia de 4 millones de turistas en 2022, Los Cabos se enfrenta a una creciente demanda de agua. La región, conocida por su desierto y escasas lluvias, depende de 780 litros por segundo de agua extraída de pozos y de una planta desaladora que produce 200 litros por segundo. Sin embargo, estos recursos son insuficientes frente al aumento poblacional y el desarrollo hotelero e inmobiliario.
Agregó que el Programa de Ordenamiento Ecológico Local (POEL) de 1994 establece un límite de 10 cuartos de hotel por hectárea en todo el corredor turístico, con un máximo de mil cuartos por hectárea en ciertas áreas. Sin embargo, los conflictos intersectoriales entre turismo, agricultura, conservación y asentamientos humanos complican la gestión del agua, siendo el vital líquido el eje central de estos conflictos.
Dijo también que la escasa precipitación y las características geográficas del desierto agravan la situación. Además, miles de concesiones de agua en Los Cabos dificultan la disponibilidad efectiva del recurso. La vigilancia de las plantas desaladoras por parte del municipio y los hoteles es crítica, ya que estas instalaciones pueden aumentar la temperatura del mar, incrementando el riesgo de huracanes.
Añadió que cada cuarto de hotel genera seis empleos directos y hasta diez indirectos, lo que atrae a más personas a la región. Se estima que la población podría aumentar en 700 mil habitantes en un corto plazo, exacerbando la presión sobre los recursos hídricos.
Por su parte, Ana Patricia Ortiz Ríos, consultora ambiental e ingeniera en desarrollo sostenible, enfatizó la necesidad de sensibilización y capacitación para implementar planes de adaptación.
Entre las soluciones propuestas se incluyen la captura de agua del aire, el tratamiento de aguas negras y la desalinización del mar. Ortiz Ríos instó a la inversión en modelos de captación de agua, ya que actualmente solo el 10.3% de las unidades económicas grandes en Baja California Sur invierten en tratamiento de agua residual.
La experta en temas de sostenibilidad, compartió datos y estadísticas alarmantes:
-El volumen concesionado de aguas nacionales en Baja California Sur es de 439 millones de metros cúbicos.
-El déficit anual del acuífero de San José es de 5.2 millones de metros cúbicos, afectando su salinidad.
-Solo el 10.3% de las unidades económicas grandes invierte en tratamiento de agua residual.
Dijo que iniciativas privadas con muy poco apoyo del gobierno, buscan implementar tecnologías como atrapanieblas en áreas con afloramiento costero y utilizar plataformas como Uber Planet para responsabilizar a los usuarios del agua.
Además, dijo que la protección del estero, la fuente de agua más importante del noroeste, es crucial, demostrando con base a estudios que el estero ha visto una disminución significativa en su espejo de agua y un incremento en la vegetación no deseada.
Por su parte, los madrugadores comentaron que la situación del agua en Los Cabos es crítica y requiere una acción urgente y coordinada entre el gobierno, el sector privado y la sociedad civil. La inversión en tecnología y la responsabilidad social son fundamentales para garantizar la sostenibilidad de este recurso vital en una de las regiones con mayor crecimiento poblacional y estrés hídrico de México. Estamos a tiempo de cambiar, y la clave está en la acción colectiva y la innovación.
