Luego de que a finales de febrero se oficializara la desaparición del programa Escuelas de Tiempo Completo, familias como la de Miriam Morales Ayala se han visto afectadas por la ausencia de esta modalidad educativa que brindaba horario extendido y alimentos.
En Baja California Sur había 282 escuelas de Tiempo Completo. Los hijos de Miriam acuden a una primaria de nueva creación en la colonia la Pitahaya, ahora con el regreso a clases presenciales tenía la esperanza de que el programa continuara ya que, para ella que es madre soltera de 4 menores, representaba un gran apoyo.
Comparte que este programa era crucial, un beneficio “demasiado grande”. Su hijo más pequeño todavía acude a la primaria, en donde era atendido con un servicio educativo especial con un horario de hasta las 2:30 PM y le daban alimento de calidad.
“Para mí sí era un gran apoyo. Además de que por los tiempos y horarios en mi trabajo yo podía laborar más, estaba segura de que mis hijos estaban en manos de los maestros, aprendiendo más”, dijo.
La jornada labora y las tareas del hogar, más la atención de sus hijos, merman el tiempo de Miriam. En casa es imposible que ella pueda darles la asistencia educativa para erradicar el rezago escolar que tiene su pequeño tras la pandemia.
“Por lo del alimento, como voy a laborar, no tenía oportunidad de dejarles. Ellos reciben el apoyo ahí, para ellos y para mí era el apoyo. Les brindaban comida caliente y había mayor espacio para ellos”, compartió.
Más de 30 mil alumnos y alumnas eran parte del programa de Escuelas de Tiempo Completo. Al igual que Miriam, miles de madres solteras se verán en la obligación de buscar otro trabajo que pueda permitir alinearse con los nuevos horarios escolares y las labores extras.
Para la secretaria de Educación del estado, Alicia Meza Osuna, el programa de Tiempo Completo no sirvió para disminuir el rezago educativo. Para madres como Miriam, esta modalidad es un ejemplo de cómo puede cambiar la vida de una familia cuando los recursos del erario se aplican verdaderamente a favor de las y los más necesitados.
“Hay cosas que yo no podía explicarles, ellos reforzaban eso en las escuelas. No solamente eran materias de la escuela, sino que también tenían talleres”, dijo.