Ya tiene tiempo.
A finales de 2017 se inició con la recopilación de material. Y en el 2018 –tras su difusión en julio de ese año–, fue de alto impacto social a nivel local. Tan sólo los primeros días en Facebook se acumulaban las decenas de miles de vistas.
Sí, ya tiene tiempo. Pero, los olvidados siguen ahí.
Sí, ya tiene tiempo. Pero, hoy hay más olvidados.
Los miles sin agua potable son más.
Los miles sin drenaje son más.
Los miles en zonas de riesgo son más.
Y aquellos miles que les vendieron viviendas en medio de arroyos siguen sin justicia. Ni reubicación.
Sí, ya tiene tiempo. Pero, hoy en día sigue sin haber responsables por las licencias de construcción municipal liberadas para levantar unidades habitacionales en medio del desborde pluvial: la tormenta tropical Lidia se llevó en 2107 dos edificios habitacionales por estar edificados, como tantos otros de la mano de la corrupción e impunidad, en medio de los arroyos.
El documental Olvidados (https://www.youtube.com/watch?v=3Syd5iEwZzw), sí ya tiene su tiempo. Pero, no deja de ser vigente con todos esos desarrollos habitacionales que han quedado como monumentos a la corrupción desde el inicio del nuevo milenio. Tal cual la propia realidad urbana municipal, tan brutal como de agravio social con políticas públicas municipales fallidas.
Cuando vengas a Los Cabos, Andrés Manuel. Y vayas a inaugurar la calle pavimentada que te esperará en Cabo San Lucas con todo y ese simbólico listón, ojalá y pidas que la comitiva se detenga antes de la última caseta del libramiento Aeropuerto-Cabo San Lucas. Ahí mero, por donde está el puente. Si hay puente es porque corre el agua. Mira a tu derecha: la mancha urbana ya está en la huella milenaria del arroyo. Y Los Cabos se encuentra en medio de la ruta ciclónica. Esos asentamiento, por miles, en zonas de riesgo. Carentes, además, de todo servicio público básico: agua potable, drenaje.
Y si te hablan de la segunda planta desalinizadora, esa misma que no se sabe cuándo, finalmente, esté terminada. Pero, será sólo para un polígono urbano. Y, entonces, qué onda con la primera desalinizadora:
Que te digan cuánto produce de agua potable, cuánto debería de producir y de lo que se produce cuánto volumen llega a hogares, cuánto se factura y cuánto se cobra. Así, como referente de lo que le podría esperar a la segunda planta desalinizadora.
Sí, ha pasado tiempo de aquel documental Olvidados.
Deberías verlo, si no lo has visto.
Debería de comentártelo, Víctor Castro, el Gobernador.
El tiempo se ha ido, sí.
Ahí está la realidad.
