El oficio político es uno de los principales talentos y características que debe reunir un líder político.
Un buen oficio político le permite al líder lograr los equilibrios necesarios entre las diferentes expresiones o grupos dentro de su proyecto.
Dicho equilibrio se logra haciendo que todos estos grupos que conforman su proyecto político se sientan atendidos, motivados, escuchados y sobre todo representados en la toma de decisiones.
Con esto, todos los grupos y expresiones al momento de definirse candidaturas, estarán conformes y trabajarán juntos en un mismo sentido, con la anhelada unidad que buscan todos los institutos políticos, evitando con ello, el peor cáncer que puede tener un proyecto político de cara a una elección: el desencanto y la simulación.
Como líder político de las izquierdas en Baja California Sur, el 24 de septiembre el gobernador Víctor Castro convocó y encabezó un cónclave para marcar la línea a los aspirantes de Morena y sus aliados a la Presidencia Municipal de Los Cabos para el 2024.
A la cita asistieron el alcalde Oscar Leggs; el ex gobernador y comisionado nacional del PT, Narciso Agúndez; el diputado local del PT, Christian Agúndez; la diputada local del PT, Gaby Montoya; el secretario general de Gobierno del Estado, Homero Davis; el diputado local y dirigente estatal del PT, Luis Armando Díaz; la diputada local de Fuerza por México Marbella González; la síndica municipal, Alondra Torres; el secretario General del Gobierno de Los Cabos, Ariel Castro; el representante del Gobierno del Estado en Los Cabos, Carlos Castro y el delegado de Cabo San Lucas, Raymundo Zamora.
Es decir, en el encuentro estuvieron diferentes grupos políticos con presencia en Los Cabos, como el del alcalde Leggs y su aliado Leonel Cota; el Grupo Los Cabos, que encabeza el ex gobernador Narciso Agúndez; el del secretario general de Gobierno del Estado, Homero Davis e incluso de institutos políticos que se ha anunciado, formarán parte del bloque oficial en la alianza del 2024, como Fuerza por México.
Como es obvio que no todos podrán ser candidatos a alcalde de Los Cabos, seguramente de los propios asistentes saldrán los candidatos a las 7 diputaciones locales de mayoría relativa, los diputados locales por representación proporcional y los candidatos a diputado federal por el Distrito 2. El pastel, como se dice, está repartido.
Ahí se dijo que por lo que hace a la candidatura a la presidencia de Los Cabos, se correrá una encuesta por parte del mismo Gobernador, en tanto que Morena y el Partido del Trabajo harán lo propio para definir al más posicionado.
Sin embargo, en el cónclave cuatroteísta quedó de lado uno de los grupos políticos que más han activado por Víctor Castro desde el 2015: los fundadores de Morena en Los Cabos.
Ese mismo que le abrió las puertas al morenismo cabeño para que apenas llegado al movimiento encabezado por Andrés Manuel López Obrador, fuera ungido desde el Consejo Estatal de Morena como candidato a Gobernador.
Ese mismo grupo, encabezado por Daniel Torres, que se convirtieron en sus más leales operadores políticos.
No es la primera vez que los fundadores de Morena en Los Cabos sólo “ven pasar” las candidaturas a alcalde y diputados locales y federales en Los Cabos.Por ello ante el desdén a no ser convocados al cónclave de la 4T cabeña y temiendo nuevamente ser relegados en los espacios en juego en 2024, los “duros” del morenismo cabeño el pasado 6 de octubre alzaron la voz para decirle a Víctor Castro “aquí estamos”.
Daniel Torres, a quien nadie le puede regatear ser la cara de Morena en Los Cabos desde el inicio del movimiento; acompañado en fórmula por la regidora indígena, Lucía Sánchez se presentaron como la opción del ala fundadora del partido para la Alcaldía Cabeña (esto en espera de que los bloques de competitividad definan si en Los Cabos el candidato de la alianza de las izquierdas sea hombre o mujer).
De entrada, por la falta de oficio de Castro Cosío, los jóvenes del ala dura de Morena en Los Cabos, en su discurso se pronuncian por la “no reelección” como principio fundamental de su movimiento, lo que complicaría al propio Víctor Castro las definiciones para la alcaldía de Los Cabos, en caso de que las mediciones favorecieran a Oscar Leggs.
Hoy Víctor Castro depende para conseguir triunfos electorales en Los Cabos de los grupos políticos de Leggs y Leonel Cota y de su amigo el ex gobernador Narciso Agúndez, por que el grupo político que activó por él, él mismo se encargó de desmantelarlo.
Daniel Torres, delegado de los programas federales en Los Cabos, no se le permitió ser candidato a diputado federal por el Distrito 2 en dos ocasiones, las mismas que se quedó con la curul Alfredo Porras.
David Torres y la ex regidora Berenice Serrato, de los principales operadores de tierra del hoy Gobernador, fueron arrancados de sus distritos locales donde podían crecer para hoy pelear por una diputación y fueron llevados al burocratismo del Gobierno del Estado, donde hoy despachan como Director de Obras de la Contraloría y directora del Instituto Estatal de las Mujeres, respectivamente; en tanto que Héctor Torres, ex administrador del Oomsapaslc terminó desencantado de la política por la forma en que fue tratado cuando pretendió ser candidato de Morena a la alcaldía, mientras Víctor Castro le alzó la mano desde el inicio de la contienda a Oscar Leggs.
En el caso de la ex diputada Petra Juárez y la regidora Lucía Sánchez, quienes también activaron por Víctor Castro desde San José del Cabo, terminaron distanciadas del hoy Gobernador por incumplirles la creación de un instituto estatal de los indígenas.
Ahora bien, Daniel y Lucía, y los “duros” de Morena en Los Cabos tendrán que ser muy conscientes que si bien pueden haber construido un proyecto en tierra desde las bases morenistas; para aspirar a ganar una alcaldía también se necesita lo que en mercadotecnia política se le llama “aire”, es decir mayor presencia pública en medios de comunicación y hoy redes sociales.
La pregonada “cuarta transformación” no es el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, cada día más plagado de actos de corrupción; la cuarta transformación reside en mexicanos, en su mayoría jóvenes que tienen como base de pensamiento la anticorrupción y lo aplican desde los espacios públicos en los que son integrados.
La pregunta para Víctor Castro como líder político de las izquierdas en el estado es:
¿El relevo generacional en la 4T sudcaliforniana o los mismos de siempre?.
